Inundación Sobre una Ciudad (1517)- Leonardo Da Vinci.
En algún sitio dice Heráclito «todo se mueve y nada permanece» y, comparando los seres con la corriente de un río, añade: «no podrías sumergirte dos veces en el mismo río» Cratilo, 402a.
Nunca cruzamos el mismo río porque siempre corre otra agua.
Nunca vemos el mismo episodio porque la pizza no es infinita.
Nunca penetramos a la misma persona porque cada vez tiene más canas.
Nunca visitamos el mismo lugar porque nuestros tenis son nuevos.
Nunca probamos la misma comida porque nuestra lengua saliva diferente.
Nunca respiramos el mismo aire porque es tan etéreo como los caprichos.
Nunca escuchamos la misma canción porque siempre remueve diferentes sentimientos.
Nunca caminamos el mismo sendero porque siempre hay piedras nuevas.
Nunca contemplamos del mismo modo porque no existe la democracia sensible.
Nunca amamos igual porque el dolor siempre es diferente.
Nunca soy el mismo porque a cada instante permanezco diverso.